UNA MIRADA AL LEGADO DE

VENANCIO SHINKI

Venancio Shinki ha sido una presencia constante dentro del panorama plástico peruano, avalado por una prolífica producción artística de más de medio siglo, en la cual hemos podido observar un recorrido atento a los cambios y preocupaciones de la sociedad peruana, pero que a la vez ha sabido ser fiel a sus propias necesidades de expresión.

La trayectoria de Shinki se convierte luego de egresar de la Escuela de Bellas Artes, en una constante búsqueda, en aras de conseguir un estilo propio, a partir de un abstraccionismo lírico, con el cual llamará la atención por la sutileza de su caligrafía en fondos de color evanescente.

A partir de los 70 emerge el arenal que pareciera evocar el brumoso puerto de Supe que lo vio nacer, pero también, mujeres, aves y finalmente el toro, que confirma ese espacio mítico donde el silencio pareciera instalado creando ese espacio atemporal.

En los 90, después de un viaje a Europa y específicamente a Italia, la obra de Shinki comienza a acoger estatuas trasladadas de las ruinas romanas, como una representación humana dentro de este espacio imaginado, donde se funde sin fricción con temas netamente peruanos como el Yawar Fiesta o paisajes específicos como Paracas.

A partir del 2000 su lenguaje termina de configurarse, entonces Shinki retoma símbolos y temas que parecían olvidados, como una sugerente caligrafía que simula corporeizarse dentro de estos espacios míticos que remiten a diversas horas del día, dotándolas de un paisaje diáfano a veces y otras de cargado dramatismo que aluden al paisaje costeño. Contamos también con presencias marmóreas y hieráticas que nos recuerdan los objetos encontrados en las ruinas, como mudos testigos de una civilización que ya se fue o como vestigios simbólicos y arquetípicos de la presencia humana.

La obra de Venancio Shinki nos atrapa y seduce con una poética personal que ha dejado tras de sí preguntas como la permanencia, sobre el ser humano, con una gramática que no es de fácil acceso. Por esa razón volver a visitar su legado es una acción necesaria, porque nos ofrece el disfrute de su calidad estética, pero también porque su obra nos sigue interpelando.

Jaime Higa Oshiro

Curador

OBRAS 1959 - 2011

PINTURA

SERIE SEMANA SANTA

Aunque aparentemente Shinki no se mostraba como un hombre y artista muy religioso, lo cierto es que buscando en la colección familiar pudimos apreciar que todos los años durante Semana Santa Shinki pintaba uno o más cuadros referidos a la Pasión de Cristo, tema que muchas veces está planteado en términos formales como su obra consagrada, pero quizás lo más sorprendente y resaltante es la libertad de color y pincelada que plasmó en otras obras menos conocidas.

HAYKUS

OBRA GRÁFICA

Si bien es cierto Shinki se inicia en el grabado con la carpeta “Ocho grabados contemporáneos” promovida por la Galería Carlos Rodríguez Saavedra con dos impresiones offset en 1969, es a partir de 1986 que recurre al intaglio (grabado sobre plancha de metal) para volcar su habilidad en el dibujo y a su vez para democratizar el alcance de su obra. Y es a partir de 1996 que el artista reemplaza al intaglio por la serigrafía seducido por el color.

LA EXPOSICIÓN

CATÁLOGO

VENANCIO SHINKI