TRES 21

TRES MOMENTOS DE NUESTRA HISTORIA

Y el libertador descansó de los trabajos del cambio de época. 

Descansó y soñó el futuro de una nación sobre el arenal. 

Descansó sobre la necrópolis y respiró los humores de las élites que se durmieron debajo de un Molle

talado y renacido tantas veces como intentos imperiales hubo. 

Y vio una ciudad en el arenal y sobre ella unas aves cantaron “libertad” con unos colores que anunciaron

la bandera que traería la unidad. 

Javier Rodríguez “El Sueño del Libertador según Valdelomar”.

“TRES 21, tres momentos de nuestra historia”, son veintiún dibujos relacionados con periodos emblemáticos de nuestra historia republicana. Se trata de pequeñas estampas que no pretenden más que señalar que la “Libertad” fue la palabra que más sonó en el 1821, “Peruanidad” en 1921 e “Incertidumbre” en 2021.

Cuando nació la República se fueron los borbones, pero se quedaron las viejas costumbres virreinales, los criollos, mestizos, indígenas y negros viviendo relaciones sociales complejas que fueron representadas en los “cuadros de castas”, las acuarelas del ocurrente Pancho Fierro y las “Tradiciones” de Palma. Se fueron los borbones y fuimos libres, pero llegaron los lores y sus mercados.

Años más tarde, las heridas de guerra, la memoria de nuestros héroes y la sombra de los traidores nos escoltaron hacia el primer centenario. En ese momento nos preguntamos por lo peruano y por el indio, escribimos acerca de sus historias, pintamos sus personajes y paisajes, hablamos de justicia y supimos de aristócratas, latifundistas, gamonales, caucheros y “pongos”, también de empresarios, fábricas humeantes y obreros oprimidos.

Finalmente, el bicentenario amaneció con una memoria atormentada, el asedio de la pandemia, el renacimiento de la violencia, gobernantes proscritos, el pueblo indignado y ajedrecistas ocultos. Se oyen muchas voces y el futuro es incierto, oscuro tal vez. Sin embargo, si volvemos la mirada hacia nuestra humana peruanidad, esa chispa reflejada en los que hacen el bien silenciosamente, veremos a nuestros padres e hijos, entonces la fraternidad prevalecerá sobre el odio y tendremos un futuro mejor. Tal vez.

Javier Rodríguez

Libertador
Grafito, 21 x 14.5 cm., 2020.

Y cual Aníbal inspirado, crucé a lomo de mula los andes sureños para traer un poco de orden ilustrado en este menjurje barroco virreinal.

 

Ilustrado

Grafito, 21 x 14.5 cm., 2021

Casi me cortan la cabeza por escribir sesudos textos para instruir a los buenos salvajes acerca de la libertad, la igualdad y la fraternidad.

Cacique

Grafito, 21 x 14.5 cm., 2021.

A ver si es tan cierta la propaganda jesuita del “Matrimonio de la Ñusta” y me sacan de encima al corregidor, la mita, y la alcabala y me invitan a sus fiestas.

Año Nuevo 1821

Grafito, 21 x 14.5 cm., 2021.

El último día del año, mestizos y criollos empinamos el codo y nos ensartamos en una gresca descomunal por agradar al borbón Don Fernando, el Felón.

Cuadro de castas

Grafito, 21 x 14.5 cm., 2021.

Tanto nos mezclamos entre blancos, indios y negros que algún iluminado hizo sus pininos genéticos clasificándonos de cholos, zambos, sacalagua y saltapatrás.

Poeta fusilado

Grafito, 21 x 14.5 cm., 2021.

Abandoné la santidad y me hice héroe que escribía poemas eróticos y libertarios hasta que un militar impaciente me recetó una buena dosis de plomo.

29 de julio de 1821

Grafito y plumón, 21 x 14.5 cm., 2021.

Expulsamos al español y nos sentimos felices hasta que alguien nos preguntó por San Martín y Bolívar, entonces empezó la fiesta inolvidable.

Memoria centenaria

Grafito, 21 x 14.5 cm., 2021.

Las heridas de guerra nos dejaron tan confundidos que nos dimos maña para reemplazar al Bolognesi de Querol por el muñeco de Ocaña.

Aristócrata, militar y burgués

Grafito, 21 x 14.5 cm., 2021.

Al final todo se definió entre el señorón, el matón y el reclamón.

El problema del indio alfarero

Grafito, 21 x 14.5 cm., 2021.

Al “Habitante de las cordilleras” los señorones le llamaron “Indio Alfarero” para bajarlo sin prever indigenismos, reivindicaciones y migraciones.

Utopía
Grafito, plumón y crayola, 21 x 14.5 cm., 2021.

Les creímos a los ideólogos con sus historias de razas y destinos nacionales, y fuimos a las urnas ilusionados con un futuro mejor.

Colonia
Grafito, plumón y crayola 21 x 14.5 cm., 2021.

Las gentes del oriente llegaron a trabajar la tierra y se hicieron comerciantes, arqueólogos, artistas y poetas que alimentaron nuestra peruanidad.

Caucho
Grafito, plumón y crayola 21 x 14.5 cm., 2021.

La Amazonía y sus habitantes fueron devorados por la gran industria hasta que los vientos soplaron en otra dirección y esos peruanos quedaron olvidados.

Tacna
Grafito y témpera, 21 x 14.5 cm., 2021.

Siendo adolescente me burlé de los símbolos patrios hasta que supe de mujeres patriotas que lo sufrieron todo defendiendo sus raíces.

Comando conjunto
Grafito y plumón, 21 x 14.5 cm., 2021.

Una ola militar llegó a nuestro continente, mientras algunas botas caminaron por la derecha nuestras botas fueron por rumbos opuestos.

Subversivo
Grafito y plumón, 21 x 14.5 cm., 2021.

La cuarta espada llegó del campo a la ciudad levantando la mano, trayendo muerte y generando terror en nuestra memoria.

Política pandemia
Grafito y plumón, 21 x 14.5 cm., 2021.

Una pandemia nos encerró afectando el futuro de la nación.

Los que partieron
Grafito, 21 x 14.5 cm., 2021.

Nunca será suficiente el homenaje que se le debe rendir a los que partieron y seguirán siendo peruanos en nuestros corazones.

Buscando señal
Grafito, plumón y crayola, 21 x 14.5 cm., 2021.

Aún queda mucho por hacer, aún falta llegar a los peruanos olvidados que no han olvidado al Perú.

Río revuelto
Grafito, plumón y crayola, 21×14.5 cm., 2021.

Si se oscurece lo que nos une, nos dividen, si nos dividen nos manejan, si nos manejan nunca podremos ser una nación.

Nueva Patria Nueva
Grafito y plumón, 21 x 14.5 cm., 2021.

Mientras la mirada contempla el paisaje, la memoria se dirige a nuestros muertos y la sangre nos impulsa a luchar por los hijos.

Javier Rodríguez, (Lima 1970).

Artista plástico con exposiciones en el Perú y  el extranjero, experiencia en docencia artística, humanidades, liderazgo y en gestión de proyectos culturales. Magister en Arte Peruano y Latinoamericano, con Mención en Historia del Arte, de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Licenciado en Teología de la Universidad Católica de Santa María, Arequipa.

Estudió Dibujo en los talleres de Cristina Gálvez y Margarita Checa, Artes Plásticas en la Universidad San Agustín, Arequipa y Arquitectura en  la Universidad Ricardo Palma.

Cuenta con diez exposiciones individuales en el Perú y el extranjero y ha participado en numerosas colectivas.

En la actualidad se desempeña como Director Cultural del Centro Cultural Peruano Norteamericano de Arequipa.

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