Nora de Izcue es la primera peruana directora de cine. Su vocación la llevó a romper con los moldes de su época, y su trabajo ha sido precursor en muchos aspectos del cine y la cultura del país.
Empezó como alumna del taller de cine de Armando Robles Godoy (1967-1968), de quien sería asistente de dirección de La Muralla Verde (1970) y Espejismo (1973). Se decantó pronto hacia el documental social, dirigiendo su primer mediometraje, Runan Caycu (1973), sobre la reforma agraria en el Cusco. Por primera vez en la historia del cine peruano, una película tenía un protagonista cuya primera lengua era el quechua. Cuando Runan Caycu obtuvo el Premio Paloma de Plata del Festival de Leipzig, en Alemania, Nora se convirtió en la primera peruana en recibir un premio de cine internacional.
Como directora, guionista y productora ejecutiva ha sido autora de tres largometrajes, once mediometrajes y seis cortometrajes. Su obra, centrada en el género documental, abarca costa, sierra y selva, un verdadero mural de la realidad peruana, reconocido y premiado en diversos festivales en Perú y el extranjero.
Su interés por el cine excede la producción. Ha sido miembro de organizaciones, gremios e instituciones a nivel nacional y continental, como la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano (1985-2021), de cuyos Consejos Superior y Directivo sigue siendo parte. Participó también en la creación y elaboración del plan de estudios de la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños, filial de la Fundación. Fue profesora en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Lima por veintiséis años, miembro de la Junta Directiva del Sindicato de Trabajadores en la Industria Cinematográfica del Perú (SITEIC) (1974-76), miembro del Comité de Cineastas de América Latina (C-CAL) (1976-1985), Presidenta de la Asociación de Cineastas del Perú (1984-86), y Vicepresidente y Presidente Interino del Consejo Nacional de Cinematografía (CONACINE, 2001-01). En la actualidad es miembro de la Unión de Cineastas del Perú, UCP.