ENTRE AMIGOS

El próximo 9 de junio se cumple un año de esa noticia que jamás imaginamos: “La cultura está de duelo. Hoy falleció el reconocido gestor cultural y conductor de televisión de TV Perú Luis Repetto Málaga”.

Aún cuesta hacernos a la idea de ese viaje sin retorno. Aquí nos quedamos extrañándote, querido Lucho: las esclavitas del ICOM, las chicas de la fuerza oscura de Repetto, la banda de los norteños, Trinidad, la hebrea, la bruja, la morena, la costurera, Plineo, la Chopitea, Miss Piura, Miss Perú, Finito de Córdoba, la gringa Chambi, África, Asia, el jefe de la banda, la krápula, la dama del moño, la Barbie de la arqueología, la griega, osario, Malena canta el tango, Paquito, Benjamón, tu viuda… y todos los amigos a quienes –con chapa o sin ella– nos hiciste sentir que éramos únicos.

Con la misma intensidad con la que nos hiciste renegar cuando trabajamos juntos –porque había que ir a tu acelerado y particular ritmo, y con tu muy original agenda–, también compartimos y degustamos tu buena sazón y la de quienes nos deleitamos al verte disfrutar los platos preparados especialmente para ti. Toda ocasión era buena: las visitas de tus invitados de cualquier parte del mundo: España, Paraguay, Colombia, Quito… las reuniones del Comité Peruano del Consejo Internacional de Museos ICOM-Perú, la Red Peruana de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales, las muestras del Museo de Arte Popular del Instituto Riva Agüero, “Museos Puertas Abiertas”, tus programas de TV Perú; las Fiestas Patrias, la Navidad y sus intercambios de regalos. Lo que más gozamos y gozabas era tu cumpleaños, celebrado como Dios manda, como fiesta patronal –incluido el festejo en la peña La Oficina–, la semana completa, si no era todo el mes, con la víspera, la antevíspera, el cumpleaños, la joroba, la recorcova… María y la banda de los norteños se esmeraban con la pavita piurana, el seco de chabelo, los chifles… Miss Perú no podía faltar con su arroz con pato… Pero, más allá de la buena comida coronada con su buen pisco, estaba la placentera conversa. Cómo nos encandilabas con cada anécdota, cada historia graficada al mínimo detalle, contada como solo tú lo sabías hacer.

Ay, Luchito, cómo no recordarte llegando siempre con tu singular caminar, con paso apuradito, porque tu agenda diaria era interminable, venías de una misa o de una charla, de una inauguración, de visitar a una amiga, de un viaje, de ene citas de trabajo, y llegabas con tus detalles, con tu regalo, una artesanía, un candelabro de Ayacucho, un torito de Pucará, un libro de los tantos en cuya edición participaste. Qué manera de ponernos al día al contarnos cada detalle imaginable e inimaginable de nuestro mundo cultural, de tus múltiples proyectos, los realizados, los que estaban en camino y los que deseabas hacer.

Estas imágenes son apenas unos cuantos instantes de todos tus mundos que compartiste generosamente con nosotros: el arte popular, la marinera, la gastronomía, los dulces, el patrimonio, los nacimientos, el perro peruano, los museos, el Presbítero Maestro, la televisión…Entrañable Luchito, en nuestra mente y en nuestro corazón.

Pilar Flores

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