Lucho formó parte del equipo fundador del Centro Cultural PUCP, teniendo a su cargo la Galería de arte. Fue el impulsor de los primeros proyectos en diversas áreas del nuevo espacio: exposiciones, actividades académicas como el primer Programa de turismo cultural, el primer Encuentro Internacional de Centros Culturales , el primer Salón de Pintores Regionales y cursos y talleres de arte popular.
Durante casi 10 años, trabajamos juntos organizando las exposiciones; eran tiempos en que en Lima habían pocos centros culturales y una gran sed de arte y cultura. Hombro a hombro, de la mano del equipo del Centro Cultural y los montajistas Paulino Quispe y Alex Sermeño, logramos montajes que hasta el día de hoy son recordados.
Gracias a sus funciones como Director de ICOM-Perú, fue posible que desde renombrados museos y la Red Internacional de Centros Culturales, del cual era el Coordinador, pudieran llegar a nuestras paredes obras de importantes artistas como Wifredo Lam, Armando Villegas, Francisco Toledo, Botero, Warhol, entre otros. También fue clave la presencia del arte popular y el reconocimiento a grandes artistas peruanos: pintores, fotógrafos, artesanos y coleccionistas – como es el caso de Julia Codesido, Humareda y Teófilo Hinostroza –, la colección de Doris Gibson, la colección de platería de artesanos ayacuchanos, de los que Lucho fue siempre un apasionado promotor.
Fue un gran colaborador de nuestro Festival de Cine de Lima, sobre todo en sus primeras ediciones, donde rápidamente se convirtió en un personaje muy querido por nuestros invitados internacionales, pues era un gran anfitrión y con la pasión que siempre lo caracterizó, les contaba la historia de nuestra ciudad en los paseos turísticos que él organizaba.
A pesar de que hace algunos años dejó de trabajar con nosotros para llevar la dirección de la Casa O´Higgins, Lucho nunca dejó de visitarnos y de colaborar con nuestras actividades y continuó contagiándonos su amor por la cultura, a través de tantos proyectos y sueños. Nunca dejamos de trabajar juntos en realidad. Pocos días antes de su partida – ya casi un año atrás – compartió con nosotros una de sus últimas actividades en un conversatorio, en el marco del Mes Internacional de los Museos que organizamos conjuntamente con la Fundación BBVA.
Lucho es parte de los cimientos del edificio del CCPUCP. Se ha quedado para siempre entre los muros de nuestra galería, en nuestros corredores, en las butacas de nuestro teatro y del cine… y sobre todo dentro de nuestros corazones.
Gracias Lucho. Nos veremos algún día otra vez, en algún museo…
Ana Osorio