GISELLA BENAVIDES

LIMA, 1963

De niña me gustaban las películas que me llevaban a ver al cine, pero las películas que podía ver a escondidas en mi casa me gustaban más. Después de El Panamericano –noticiero nocturno de Canal 5– se transmitía  una película, y supongo que yo aprovechaba el descuido de mis papás para ver un poco. Era principalmente cine clásico norteamericano -cuando estudié supe que así se llamaba- y yo sólo podía ver escenas o fragmentos. Esas imágenes y esos sonidos eran tan poderosos que atrapaban mi atención: los temas, las voces, la música, los planos, todos los elementos  contaban cosas nuevas y distintas. Años más tarde el canal 4 comenzó a transmitir un ciclo de películas patrocinado por el nuevo auspiciador: NOCHES ESPECTACULARES DE CAFÉ DON LUCHO. Eso sí que fue como una cinemateca para iniciados: infinidad de títulos, directores, actoreş temas; un goce total. Iba sumando a mi conocimiento no sólo nombres de actores y directores, sino formas de contar  historias, nuevas sensaciones, nuevas preguntas.

Terminé mis estudios en 1980 el Colegio Pío XII e ingresé a la Universidad Católica, pues pensé que el Derecho era lo que quería hacer y lo que me convenía estudiar. Mis años de Estudios Generales Letras fueron maravillosos, ya que descubrí un mundo de conocimiento valioso en todas las áreas. Todo eso cambió a los pocos meses de entrar a los cursos de la carrera. Sentía menos interés, no me entregaba de lleno a los estudios, no encajaba. En verano de 1984 llevé el Taller de Cine de Armando Robles Godoy. Era recién un curso introductorio, básico, pero tuvimos la gran suerte de asistir al rodaje de la tercera parte de Sonata Soledad, la última película de Robles. Con lo que había aprendido en dos meses y esas semanas de experiencia en el rodaje, supe que ése era el camino que quería seguir. Completé todo el taller e hice traslado a la Universidad de Lima para formarme en una esta nueva carrera.

En 1985, dos profesores del taller iban a hacer sus cortometrajes y nos invitaron a participar. Yo escogí hacer la continuidad y aunque aún eran pocas mis habilidades en el puesto, era lo que más me llamaba la atención. Esos cortos fueron Morgana y Diálogos del Deseo, y desde allí este trabajo, este oficio, esta magia de hacer cine, no ha dejado de gustarme. Luego de esos cortos vinieron más cortos y varios largos. También mucho trabajo en ficción en televisión.

Me he desempeñado en diversos puestos a lo largo de estos años: asistente de dirección, jefa de producción, productora de arte, asistente de producción pero principalmente como script supervisor, pues es un puesto que me resulta  globalizante.  La función de la continuista es muy específica y  es la que prima en todo momento, pero es en la función de cuidar el relato, de cuidar la historia, en cada plano y en cada toma,  y del trabajo con cada uno de los directores en donde yo encuentro el sentido y la razón de mi elección.

Gisella Benavides

FILMOGRAFÍA (1985 - 2018)

ASISTENTE DE DIRECCIÓN

La prueba (2006). Largometraje, ficción. Dir. Judith Vélez

Eruption (1997). Largometraje, ficción. Dir. Gwyneth Gibby

SCRIPT

La revelación (2018). Cortometraje, ficción. Dir. Jason Day

Crocante de chocolate (1992). Cortometraje, ficción. Dir. Emilio Salomón

Camino privado (1992). Cortometraje, ficción. Dir. Rosella Bálsamo. 

Furias (1992). Cortometraje, ficción. Dir. Rosa María Álvarez-Gil

Diálogos del deseo (1989). Cortometraje, ficción. Dir. Juan Carlos Torrico Méndez

El rey (1987). Largometraje, ficción. Dir. Juan Carlos Torrico Méndez

SICLA 86 (1986). Largometraje, documental. Dir. Jorge Suárez y Mario Pozzi-Escott

Los shapis en el mundo de los pobres (1985). Largometraje, ficción. Dir. Juan Carlos Torrico

Morgana (1985). Cortometraje, ficción. Dir. Jenny Woodman

El loco (1985). Cortometraje, ficción. Dir. Roberto Torriani

ASISTENTE DE PRE-PRODUCCIÓN

El rey (1987). Largometraje, ficción. Dir. Juan Carlos Torrico Méndez

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